COMERCIOS Y OFICIOS DE LA RAYA DURANTE EL SIGLO XX
TALLER DE PATRIMONIO DE LA RAYA. CURSO 23-24
C.M. La Raya
La labor del Taller de Patrimonio de La Raya durante el curso 2023-2024 ha sido la elaboración del estudio "Comercios y oficios de La Raya durante el siglo XX", que ha tenido como objetivo recuperar del olvido una forma de vida de su pueblo para darla a conocer a las nuevas generaciones. La investigación se centra entre los años treinta y ochenta del siglo XX. Al igual que en los trabajos anteriores, está basado en los recuerdos y en los testimonios orales de las personas mayores, y en la búsqueda de imágenes antiguas, contando para ello con la colaboración de Cecilio Cermeño Martínez. Es una recopilación de las actividades económicas, sociales y culturales, que se llevaban a cabo en estos años.
El estudio viene acompañado por un callejero de La Raya, donde se señala la ubicación de cada uno de los comercios, talleres y oficios que se desarrollaban. Se ha dividido en tres partes:
- La primera parte dedicada a los comercios: tiendas de comestibles, ventorillos, bares, quioscos, panaderías, ferreterías, droguerías, estanco, mercerías y tiendas de tela.
- La segunda parte recoge las fábricas, los talleres y oficios que se desempeñaban: fábrica de conservas, escoberías, molino, hilaturas, talleres de corte y confección, talleres de bordado, carpinterías, barberías, zapatero remendón, practicante, boticario, yesería, fotógrafos, etc.
- La tercera parte dedicada a los vendedores y oficios ambulantes: el bollero, vendedor de arrope y calabazate, el pescaero, el lechero, el chambilero, “el Chuquel”, el aguador, vendedora de tápenas e higos, la castañera, vendedor de hielo, el torraero, el hierbero, el recovero, el tortuguero, “el Tío del serrín” y del oro, comprador de pelo, vendedora de telas, el Ramonet, el tapicero, tío Percihe, Salud del “Macho”, vendedores de lotería, curanderas, el matachín, el borreguero, el capaor, el hilero, el afilaor, el paragüero, el arriero, el botijero, el lañaor, el sillero, el colchonero, el cobrador de recibos y espectáculos ambulantes.
Con este trabajo, han podido constatar que era una economía autosuficiente y que de forma natural cumplía los objetivos que en la actualidad se pretenden: reciclar, reutilizar y recuperar.