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ENTREVISTA A AMPARO MARZAL: "El avance de la mujer no tiene retorno: hay mucho camino por andar, pero no hay marcha atrás"

El pasado 23 de noviembre la periodista Elisa Reche (directora de eldiario.es en Murcia) entrevistó a Amparo Marzal, (Concejala de Educación, Cultura y Turismo entre 1991 y 1995: única mujer que ha tenido en sus competencias como concejala a los Centros Culturales) en el Centro Cultural de El Palmar, dentro de los actos programados en la conmemoración de 4 décadas de participación de la mujer en Centros Culturales.

Amparo Marzal actualmente es Presidenta de Unicef Comité Murcia, donde trabaja especialmente en los ámbitos de solidaridad e infancia. Es una mujer que derrocha vitalidad, con una experiencia increíble. Ha sido un lujo poder conocerla mejor en esta entrevista que se ha hecho corta a los asistentes.

La entrevista comenzó hablando de su entrada en política a finales de los 80’s, donde la participación de la mujer en la vida pública era muy pequeña “La política es una cosa tremendamente pública. Nosotras estábamos todavía en el ámbito de lo privado. La gente me decía: dile a tus hijas que te hagan una foto. Porque ahora te van a ver solo en foto (...) Yo tenía un miedo horrible a romper con lo establecido. Porque rompía con lo que se esperaba de una mujer en aquel momento, que era atender adecuadamente la casa y los hijos aunque tuvieras un trabajo fuera”.

Aunque en esa época todavía había una presencia muy mayoritariamente masculina en los puestos de responsabilidad, piensa que “el salto que se dió en esos años fue bestial para las mujeres. (...) Hoy hay alcaldesas, concejalas, ministras…De una manera normal. Entonces no era normal (...) En la primera foto del primer Gobierno de Adolfo Suárez, en el año 77, no hubo ninguna mujer. Matilde Fernández fue de las primeras en impulsar el tema de las cuotas, que en su momento fue muy criticado”.

A nivel familiar se considera afortunada, porque siempre ha tenido mucho apoyo por parte de su marido a todos los niveles, en un momento donde ser mujer y profesional era en muchos casos cuestionado. “Cuando fui diputada en el Congreso mis hijas tenían 13 años. Algunas personas me decían: ¿no te apetece ponerle un vaso caliente a tu hija por la noche cuando se pone a estudiar?” Y continúa con una reflexión sobre los horarios: “los hombres hacían las reuniones a las 20:00h porque ¿qué más les daba? Las mujeres no podían hacer reuniones a las 20:00h porque los niños ¿con quién cenaban? La gestión y el reparto del tiempo es esencial en el feminismo.”

Amparo comenta que nunca se sintió infravalorada y que nunca sintió menosprecio por ser mujer en su actividad como política. Pero si recuerda que cuando comenzó su actividad como concejala en 1991 “las únicas concejalías que recibíamos las mujeres eran Educación y Cultura (...) Y estoy honradísima de haber podido trabajar en Centros Culturales, fue una época espléndida, pero costó un tiempo en que las mujeres nos hiciéramos cargo de otras parcelas, como Economía, que en los primeros años fueron eminentemente masculinas”.

Recordando su etapa en Centros Culturales, pone en valor que “supusieron un enorme revulsivo porque rompieron la barrera de lo privado: la mujer estaba asignada a la casa, los cuidados (...) Lo público no existía, y menos la política, que es lo público por excelencia. Hubo muchas mujeres que no salían de su ámbito privado, por lo que el acceso a las actividades de los centros culturales supusieron para las mujeres una enorme revolución".

Las mujeres pasan de asociarse como Amas de Casa o Viudas a hacer actividades educativas y lúdicas y a tener un espacio de encuentro fuera del ámbito privado-familiar. Recuerda Amparo que “la educación de adultos fue importantísima porque en aquel momento había muchísimas mujeres que no habían tenido oportunidad de estudiar pudieran acceder por primera vez al mercado laboral”

Comentando el impacto que los centros culturales tienen a día de hoy, Amparo incide en la gran importancia que tienen, sobre todo en las pedanías y barrios más alejados del centro por “acercar la cultura a los/as ciudadanos/as y darles la oportunidad de acceder a contenidos y servicios municipales al lado de su casa, incorporando además al tejido social de la pedanía”

Sobre retos futuros, dialogamos sobre la necesidad de que “la mujer tenga más protagonismo en la dirección de grandes instituciones culturales” (a día de hoy en manos de hombres) y sobre todo en la necesidad de apostar por la formación de las generaciones más jóvenes (fomentando los valores de igualdad) “con actividades que puedan captar el interés de chicos y chicas por igual”

Amparo piensa que el camino iniciado “es imparable: en Murcia hay montones de alcaldesas. Y repiten. La verdad es que eso es bello” y que aunque el factor cultural todavía pesa, “el avance de la mujer no tiene retorno. hay mucho camino por andar, pero no hay marcha atrás”

Preguntada por la reacción antifeminista de algunos protagonistas del mundo streamer, youtubers, tuiteros etc, comenta que aunque le preocupa la existencia de estos jóvenes reaccionarios, “no habrá ni marcha atrás ni ningún tipo de involución. No todo el mundo es ultraconservador” y resalta que “los centros culturales deben ser foco de formación en Redes: aprender a distinguir informaciones falsas (o sesgadas) y fomentar la igualdad en todos sus ámbitos”(...)“Tenemos una red de servicios de proximidad maravillosos. Hay que actualizarse y responder a las demandas complejas que la sociedad actual tiene, sobre todo con los jóvenes”

Para terminar la entrevista, nos cuenta una anécdota con su nieta “De mis años de concejala recuerdo con especial cariño el promover un Museo de la Ciencia en Murcia. Lo veía en otras ciudades como Valencia o Barcelona y quería uno para mi ciudad. A mi nieta le digo cuando lo visitamos “este museo lo hice yo”